Vestidos de punto

El vestido de punto, un ejercicio de estilo

Ofreciendo la comodidad absoluta de un suéter, el vestido de punto es un elemento esencial del prêt-à-porter mujer, para todas las estaciones. Este estilo de vestidos evoca la imagen del chic francés, un look que forma parte de la historia. En los años 60, era un pequeño vestido negro con un cuello blanco. En los años 70, un suéter de lana acanalada roja usado una talla más pequeña sobre unos vaqueros acampanados. Más tarde, era la imagen de un largo vestido de lana donde los colores degradaban del violeta al blanco pasando por el rosa. Luego, el aspecto de un sudadera negra extragrande de la que sobresalía un mini vestido de punto beige.

Al igual que un suéter de lana o algodón, el vestido de punto se colecciona en todos los colores, desde los tonos naturales de la lana (beige o blanco) hasta opciones más audaces como el rojo o el violeta. La habilidad de nuestros fabricantes nos permite imaginar un tejido de punto acanalado o calado, un tejido plisado o con efecto tweed. Si el vestido de punto es un básico para una mujer, nuestras colecciones de punto escapan a la banalidad gracias a sus efectos de material así como a sus detalles y colores. Con un cuello y botones joya, el vestido de punto adquiere el aspecto de un polo. El clásico suéter de rayas se convierte en un vestido largo a rayas. Con un cuello Claudine blanco sobre un punto negro y bolsillos aplicados, el vestido de punto juega con el efecto óptico. Volantes y detalles festoneados revisitan el vestido negro de punto. Mangas abullonadas y escotes en V visten un vestido largo de punto. Desde el vestido elegante hasta el vestido informal.

El vestido de punto, ¿hacia qué material dirigirse?

La lana es el primer material que se nos viene a la mente. Viene a la mente la comodidad de un tejido de punto acanalado o un suéter de lana usado sobre unos vaqueros. Nos esforzamos por ofrecer un corte con un caída perfecta y una comodidad absoluta. Así, imaginamos nuestros vestidos de punto en viscosa. De origen vegetal, asegura comodidad sobre la piel y realza el cuerpo gracias a su sujeción, independientemente de la talla. Se asemeja a tweed o terciopelo. Puede ser ajustado en algunos lugares y acampanado en otros.

¿Cómo llevar un vestido de punto?

Con una chaqueta vaquera y zapatos planos, el vestido de punto es perfecto para el día a día y permite atreverse con el punto rojo o rosa con desenfado. En el corazón del estilo de SANDRO, el contraste asegura una elegancia cool y propone asociaciones inéditas. Una camisa blanca con cuello asomando bajo un vestido negro de punto. Una sudadera sobre un vestido corto con volantes. Un largo cárdigan de mujer, como un suéter extragrande, sobre un vestido de punto ajustado al cuerpo. El chic desenfadado que ancla el clásico vestido de punto en el aire del tiempo. Para todas las tallas y todos los estilos.

Elige tu vestido de punto según su color (negro, marrón, rojo, rosa, gris antracita...), el modelo (ajustado o no) y añade los accesorios, los zapatos que desees para un estilo más elegante.

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